Día 6 - Quito - Orellana (El Coca)

jueves, 13 de agosto de 2009

Hoy decidimos quedar un poco más tarde por la mañana para descansar un poco más pero he de deciros que nos equivocamos totalmente pues se nos había pasado por alto una visita obligatoria y que, gracias a una coincidencia, pudimos ver.

Quedamos a las 10:00 de la mañana para dirigirnos al museo de Guayasamin (1919 - 1999), un artista que tiene una Casa-Museo en Cáceres. Fuimos en un taxi que cogimos en la puerta del hotel Quito. Como hoy lunes es feriado los museos no abren, pero pudimos ver la Capilla del Hombre, que diseño Guayasamin en honor al hombre. Tuvimos que hacer la visita un tanto ligera ya que tan sólo disponíamos de 30 minutos y después irnos a conocer la mitad del mundo.

Allí se encuentra el monumento que representa la mitad del mundo. Nos hicimos las respectivas fotos delante del monumento. Aquí el obrero hizo un poco el cabra saltando de una parte de la línea que separa los hemisferios diciendo: “Ahora estoy en el norte, ahora estoy en el sur, ahora estoy en el norte, ahora estoy en el sur y ahora estoy en los 2”. Por favor, sin preguntas, dejémoslo pasar, vale??

La única pega es que no tuvimos mucho tiempo para visitar la representación de Quito en pequeño que tienen ahí mismo, pero sí nos dio tiempo a tomar una merecida y fresquita Club. Y ahí fue donde descubrimos que no se necesita abrebotellas para abrir esta cerveza, tiene el tapón a rosca, todo un detalle.



El taxista nos llevó rápidamente hacia el Hotel Quito ya que mi vuelo salía a las 16:00 y tenía que estar 1,5 h antes en el aeropuerto. Así que tenía que salir como muy tarde a las 14:00 del hotel, y eran las 13:00 y aún estábamos en la Mitad del Mundo. Llegamos al hotel a la hora perfecta, recogí la maleta que dejé en consigna, me despedí de mis compañeras ya que ellas se marchaban de Quito a las 15:00 en un Taxi Lagos con dirección a Atuntaqui. El vuelo era a las 16:00 pero a las 16:15 todavía estábamos embarcando y a las 16:40 despegando.

Llegué a Orellana a las 17:15. Lo primero que sentí al bajar del avión fue un calor insoportablemente pegajoso y húmedo. Estábamos a 36º, pero no sé el % de humedad que teníamos, sólo sé que fue salir del avión y empezar a sudar como un pollo de feria, sin exagerar la camisa de Camacho se queda corta para cómo tenía yo la mía. Recogí mi maltrecha maleta y salí del terminal para encontrarme con el personal del municipio que quedó encargado de recogerme. Peeeeero... no había nadie que me esperase, bueno gente si había porque me invitaban a subir a sus coches, jeje!! son los taxistas que sirven para cuando llegas de viaje y no tienes a nadie esperándote, te alegran ellos la llegada. El caso es que estaba en Orellana, en un aeropuerto más pequeño que la estación de autobuses de Trujillo, jeje!! en la calle, sin ninguna moneda para llamar por teléfono y sin saber por dónde tirar. El caso es pregunté por un locutorio para llamar por teléfono a mis contactos en Orellana. Finalmente, después de andar casi 1 Km, decidí coger un taxi porque estaba pasando por una zona que no me daba demasiada confianza y a parte no sabía a cuánto estaba el centro de Orellana de lejos.

Finalmente tuve que llamar a César Visarrea, ya que nadie me cogía el teléfono. César me dijo que me alojase en el Hotel Auca, en el centro de la ciudad. Una vez alojado, salí a dar un paseo para conocer algo más Orellana. Recorrí la calle principal hasta que llegué al Malecón que da para el Río Napo. Es como un paseo marítimo, pero en lugar de mar, río.

Orellana se encuentra en la unión del Río Napo con el Río y a partir de aquí nace el Río Amazonas.

Después de darme un paseíto, me tomé una cerveza en un chiringuito con muy buena pinta en forma de cabaña indígena en el propio malecón. Tras la cervecita fui a cenar algo a un sitio de comidas que había visto mientras paseaba por la calle principal. Me costó $ 3.50 y me entró ¼ de pollo asado, arroz, ensalada y bebida. Luego fui a dar un paseo digestivo nuevamente al malecón y allí me encontré con que estaban poniendo una proyección de la historia de Ecuador. La cosa empezó algo chunga porque fueron los españoles los que se apropiaron de Ecuador y, más concretamente, de Orellana. Así que me sentí algo incómodo, no por nada especial, sólo quería que nadie me preguntase que de dónde era, jajaja!! es broma. El documental estaba muy bien elaborado y con muchos detalles históricos. Bien es cierto, que a los españoles no nos tenían... mucho cariño.

Después de esto, me voy a acostar porque mañana pasarán a recogerme de 08:00 a 08:15 para llevarme al Municipio (Ayuntamiento).

Hasta pronto.


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